Cuando llorabas
Cuando llorabas los mares se hacían
pequeños y aunque te parezca mentira, muchas personas se hacían grandes. Y
cuando veía que tus lágrimas no cesaban, lloraba yo también. Y de repente mucha
gente se hacía fuerte al verme llorar, pero lo que ellos no sabían era que yo
me hacía más fuerte con cada lágrima perdida. Lloraba porque tú llorabas,
porque estabas triste y aún no recuerdo porqué. Día tras día alimentándome del
mismo veneno, de tu boca enjuagada en pequeñas gotas de tus ojos. No me
saciaba. Necesitaba esa risa, esa risa que producía más risa. La misma del
verano del 86, aquella que nunca dejaba que desear. Necesitaba agua porque se
me secaba la boca de tanto reír. Pero ahora el agua sale de tus ojos y parece
que apunta directo a tu corazón.
Carla Riera Ruiz
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada