Nadie tocó sus manos

Sus manos son suaves, se pone crema todos lo días, tan solo tiene 17 años y ya piensa como un viejo enamorado de la vida. Siempre está en su habitación cantando sus canciones favoritas y haciendo barcos de papel. Nadie se acerca a saludarle porqué nadie le puede saludar. Tiene vicios que ha de dejar pero nunca lo hace, su madre siempre se lo decía.

Ahora que ya se ha ido de casa puede disfrutar de sus cuadros en solitario y de ese olor a pintura interminable. Nunca se ha dejado tocar sus suaves manos con la escusa de que son y serán de un gran artista. Al fin y al cabo iba a morir con su pincel favorito y el cuadro a medio terminar...

Notó que alguien tocaba sus manos y se asustó tanto que comenzó a mirar y a mirar pero no había nadie, cuando por fin se puso a terminar de pintar el cuadro volvió a notar lo mismo y gritó todo lo fuerte que pudo: ¡¿QUIÉN AH TOCADO MIS MANOS?!

Una suave brisa helada le hizo tragarse sus propias palabras dejándolo sin aliento, no podía respirar, pero se prometió a si mismo que moriría con el pincel en las manos y cumplió su promesa, no lo soltó ni un simple segundo.

Pero al fin y al cabo nadie tocó sus manos, tan solo era un producto de su imaginación...

Carla Riera Ruiz